POR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

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Por Janny Barrera

 

En opinión de Janny Barrera, se debe perder el miedo a denunciar y a tratar de ayudar a la mujer violentada que vive el miedo a que los demás descubran que se encuentra en un círculo de violencia.

La violencia en contra de las mujeres sigue siendo una realidad en cualquier rincón del mundo, mucho se habla del tema y esto molesta a los conservadores, ya que se sienten expuestos y vulnerables, porque son exhibidos y pocas veces denunciados; creo que le tienen más temor a la denuncia pública que a las denuncias penales y como sea, la cuestión es lograr que cada vez más, se denuncien para que sepan que violentar a las mujeres tiene sus consecuencias.

Hoy en día existen más leyes que favorecen los derechos humanos de las mujeres, las cuales buscan lograr una vida libre de violencia y eso es positivo porque es algo que antes simplemente no existía y aunque para algunas activistas es letra muerta, para otras sigue representando un logro por volverse legal y que ahí están las leyes para aplicarse. Me queda claro que, para poder lograr el objetivo, las personas que reciben estas denuncias también deben cambiar sus mentalidades y construcciones sociales.

La perspectiva de género aplicada a las leyes es lo que marcará la diferencia en los casos de las violencias en contra de las mujeres, todo esto es relativamente nuevo y nosotras como mujeres tenemos que impulsar para que se aplique y dentro de este momento histórico que nos está tocando vivir, hacer que la revolución de las conciencias sea también un tema que nos lleve a modificar la visión de que violentar mujeres es un derecho que por naturaleza le corresponde al hombre.

No es tarea fácil lograr que la visión de un mundo libre de violencia sea una realidad, por eso tenemos que seguir impulsando a diario, sin descanso. Y, aunque la narrativa de algunas mujeres y la mayoría de los hombres sea que también existen violencias en contra de los hombres, todos tenemos que entender que existen diferentes tipos de luchas por los derechos humanos y cada quién que se sume a la que le corresponde o más le nazca, no podemos minimizar que vivimos en un mundo que necesita mujeres y hombres que sí quieren vivir en armonía y en paz con sus semejantes.

Nuestra tarea más importante es impulsar en este 25 de noviembre, día naranja, la prevención de las violencias, no es posible que según datos de la ONU más de cinco mujeres o niñas sean asesinadas cada hora por alguien dentro de su familia, que se siga solapando la violencia física o sexual al menos una vez en la vida y que se viva sin sistemas de protección legal contra la violencia de género.

El gobernador del estado de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, ha entrado a este tema de manera muy decidida y desde el inicio de su gobierno a trabajado de la mano de la secretaria de Seguridad Pública, María Dolores del Río en un Sistema de Atención a la Violencia Familiar y de Género (SALVA); que es una innovadora estrategia para resguardar y brindar acompañamiento a mujeres en riesgo o peligro, según palabras de su coordinadora Zulema Boneo Silva.

Este sistema SALVA lo conforman empresas privadas, instituciones gubernamentales, comercios, centros educativos, restaurantes, tiendas de conveniencia y demás giros, que se han puesto a disposición de la sociedad para hacer sentir seguras a posibles víctimas, coadyuvando con la estrategia de seguridad en Sonora.

Todos los que se suman a ser parte de SALVA reciben capacitación para saber como actuar en caso de que una mujer se encuentre en peligro, sin duda este tipo de estrategias merecen ser reconocidas e impulsadas para que sepamos como actuar en los casos de violencias en contra de las mujeres, porque déjenme decirles que no es nada sencillo entrarle a la hora de vivirlo.

Lo que tenemos que hacer es perder el miedo a denunciar y a tratar de ayudar a la persona violentada porque es una negación terrible en la que viven por el miedo a que los demás descubran que viven en un círculo de violencia, en su mente creen que nadie se da cuenta y por miedos o temores infundados se quedan en ese modus vivendi poniendo en peligro sus vidas y de quienes viven con ellas.

Te invito a documentarte más sobre este tema tan delicado y dejar de normalizar que las mujeres tenemos que soportar violencias por temor a la denuncia, entiendo que es muy difícil hablar, pero una vez que entendamos el poder que tenemos al exhibir al violentador, se van a ir terminando los abusos, impulsemos la cultura de la denuncia formal ante la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) y que no solamente se quede en denuncias públicas en las redes sociales.

 

CP Janny Barrera